viernes, 11 de septiembre de 2009

Inventando inventos.

Doblé la esquina esperando encontrar aquella tienda que albergó parte de mi infancia, pero en su lugar se erigía una de esas tan detestables de todo a un euro, o a dos, o qué sé yo...
Fue un duro golpe. Quedarse sin recuerdos siempre lo es.

Evoqué entonces aquella confesión que una vez me balbuceó un viejo filósofo alcohólico, (quizá era un alcohólico filósofo, que aunque parecido, no es igual): "si pierdes un recuerdo en el camino de tu vida, el único remedio es inventarse otro".

Puede que a su manera tratara de explicar el mito del Fénix, puede que resurgir sea eso, borrar y reescribir.

Ahora fue un jardín botánico lo que albergó parte de mi infancia.
¿Y saben qué? La imagen ha ganado en nitidez.

2 comentarios:

Txe Peligro dijo...

todos lo recuerdos son inventados ¿no?

Alexcibernetica dijo...

Sí, pero supongo que algunos de manera más consciente que otros.