miércoles, 6 de enero de 2010

Sitios donde me encuentro

Me dijeron que nunca sería feliz. Me da igual, eso ya no me importa. No es en mi felicidad en la que tengo puestas mis expectativas. Ni es ahí donde creo poder encontrar la salvación, ni llegará mi alma a su plenitud a través del bienestar de mi mente y mi cuerpo. No aspiro a saber alimentarlos hasta saciarlos.

Nada de eso es para mí.

Y me dices que no te hable de estas cosas, que no es de lo que esto se trata. Me lo dices mientras tu voz se rompe en un susurro que empapa cada pedazo de mi ser. E imagino una lágrima que besa tus mejillas con más dulzura de la que yo sé demostrarte.

Te acaricio con dos palabras y me sonríes con un suspiro. Y es entonces cuando todo cobra un sentido.

Por eso me resulta tan importante poder hacer que tú seas feliz. Poder invocar tu sonrisa siempre que quiera. Y querer siempre. Porque mi salvación será tu risa y mi plenitud, tu cuerpo. Porque saciándote a ti, será como me sienta en paz.